Madre de Cristo, Madre de Cristo,
¿Qué te pediré?
No suspiro por la riqueza de la tierra
Por las alegrías que se desvanecen y huyen,
Pero, Madre de Cristo, Madre de Cristo,
Esto es lo que anhelo ver:
La dicha indecible que tus brazos envuelven,
El Tesoro sobre tus rodillas.
Madre de Cristo, Madre de Cristo,
Él era Todo-en-Todo para ti,
En la cueva del invierno, en la casa de Nazaret,
En las aldeas de Galilea,
Así, Madre de Cristo, Madre de Cristo,
Él no te dirá que no,
Cuando levante Su Rostro a tu dulce abrazo,
Háblale, Madre, de mí.
Madre de Cristo, Madre de Cristo,
El mundo le pedirá que huya,
Demasiado ocupado para escuchar Su dulce voz,
Demasiado ciego para ver Sus encantos,
Entonces, Madre de Cristo, Madre de Cristo,
Ven con tu Bebé a mí,
Aunque el el mundo se enfríe, mi corazón tendrá
un refugio para Él y para ti.
Madre de Cristo, Madre de Cristo,
¿Qué haré por ti?
Amaré a tu Hijo con todas mis fuerzas,
Mi único Rey será Él.
¡Sí! Madre de Cristo, Madre de Cristo,
Esto haré por ti,
De todos los que son queridos o apreciados aquí,
Ninguno será querido como Él.
¡ Madre de Cristo, Madre de Cristo,
me sacudo en un mar tempestuoso,
oh levanta a tu Niño como un faro,
al puerto donde quisiera estar!
Y, Madre de Cristo, Madre de Cristo,
Esto te pido:
Cuando termine el viaje, ¡oh! párate en la orilla
y muéstramelo por fin.
AUTOR
Desconocido
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