C uando Cristo estuvo en el Desierto
U na y muchas veces, fué tentado
A yuno y oración lo mantuvieron
R esistiendo al pecado.
E s la misma receta que nos da
S i deseamos alcanzar su Gloria
M ás si decidimos no hacerlo,
A lejados estaremos de su sombra.
T iempo es pues, de
I plorar a Jesús su auxilio
E n momentos de tribulación y duda.
M ás también debemos hacerlo
P or los muchos bienes recibidos
O caeremos en pecado de egolatría.
D ediquemos en éste tiempo
E spacios mayores a la oración
C onociendo que se aproxima
O ndulante la tentación.
N adie más necesita mayor
V eneración que aquellos que
E nseñan a adorar a Dios.
R adiante nos espera el que
S ufriendo nos salvó.
I nmensa será nuestra dicha,
O rgulloso su corazón y
N ítido su amor veremos.
Laura Aguilar Ramírez